EVANGELIO
La lepra se le quitó y quedó limpio
Del Evangelio de san Marcos 1, 40-45
Se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: "Si quieres, puedes limpiarme".
Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó diciendo:
"Quiero: queda limpio".
La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio.
COMENTARIO
Hoy hay en el mundo mucha gente que apuesta por los marginados, que a fondo perdido gasta su vida por sus hermanos, hambrientos y desarrapados, emigrantes y parados, ancianos y enfermos, drogadictos y encarcelados, oprimidos y explotados, tristes y abandonados.
A través de estos cristianos y en medio de nosotros sigue Cristo curando a los enfermos, abriendo los ojos a los ciegos, limpiando a los leprosos... Hay un Cristo ignorado y que solamente al fin de los tiempos descubriremos en tantos creyentes heroicos que testimonian el evangelio del amor y viven comprometidos a fondo con la liberación humana de toda injusticia y marginación.
ORACIÓN
Si quieres puedes purificarnos de nuestras desmesuradas ansias de comodidad. Ten compasión de nosotros.
Si quieres puedes purificarnos de nuestro afán de aparentar. Ten compasión de nosotros
Si quieres puedes purificarnos de nuestra falta de compromiso religioso de nuestra esclerosis de fe. Ten compasión de nosotros
Gracias porque hoy me dices: quiero, queda limpio.
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