EVANGELIO
Sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial.
Del Evangelio según San Mateo 18,1-5.10.
Se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron:
-¿Quién es el más importante en el Reino de los Cielos?
Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo:
-Os digo que, si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el Reino de los Cielos.
Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial.
COMENTARIO
La Biblia no nos dice cómo son los ángeles, sino cómo actúan: adoran a Dios, son enviados como mensajeros de su voluntad, ayudan a los hombres, caminan delante del pueblo elegido y le protegen.
Recordar a los ángeles nos lleva a agradecer a Dios su cercanía, que se nos muestra, sobre todo, al enviarnos al Ángel por excelencia, Cristo Jesús, pero también con los ángeles que, cumpliendo su voluntad, nos ayudan en nuestro camino: alabando y sirviendo a Dios, custodiando a los hombres en los caminos de la vida.
La Biblia nos dice lo que han hecho los ángeles en la historia de la salvación, y lo que siguen haciendo con nosotros en nuestra vida. En ellos nos muestra Dios su cercanía y su voluntad salvadora.
ORACIÓN
Alaba alma mía al Señor que crea caminos de bondad, alábalo que su apoyo no acaba nunca. Alábalo con sus ángeles, poderosos ejecutores de sus órdenes.
Alaba al Señor por sus regalos por los cuidados que tiene contigo. Canta a la vida con sus ángeles y cree en el futuro.
Alaba al Señor por la dulce compañía de sus ángeles. Alábalo y cobíjate a la sombra de sus alas al amparo su sombra.
Con los ángeles te alabo Padre por tu inmensa bondad.
Repite hoy:
Con los ángeles te alabo Padre por tu inmensa bondad.
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