EVANGELIO
Dichosos los pobres; ¡ay de vosotros, los ricos!
Del Evangelio de san Lucas 6,20-26
Jesús, les dijo:
"Dichosos los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.
Dichosos los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados.
Dichosos los que ahora lloráis, porque reiréis.
¡ay de vosotros, los ricos!, porque ya tenéis vuestro consuelo.
¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados!, porque tendréis hambre.
¡Ay de los que ahora reís!, porque haréis duelo y lloraréis.
COMENTARIO
¡Estas son las sorpresas y paradojas que plantea Dios frente a nuestros modos de pensar y juzgar! El Señor nos sorprende con su rotunda afirmación: que es “¡dichoso quien pone su confianza en el Señor!”: será feliz aun siendo pobre, estando afligido, teniendo hambre o estando enfermo, porque no podemos identificar la “felicidad” con el bienestar”.
¡Por algo el Evangelio es Buena Noticia pata todos los hombres, sea cual sea la situación en la que se encuentren!
ORACIÓN
Hoy Señor te pido por los que dedican su vida a proclamar las bienaventuranzas de Cristo para que encuentren en ellas el verdadero camino de felicidad.
Por los que lloran, o sufren; por los tienen hambre y sed de justicia, para que su súplica sea oída y sus necesidades cubiertas.
Por los pacíficos de alma y de cuerpo, para que sean ejemplo en un mundo cruel y feroz.
Por los perseguidos, por los encarcelados, por los hambrientos, los pobres, los enfermos, los humildes.
Por los alegres, los cordiales, los que siempre tienen una palabra de consuelo para el hermano solo o triste, para que reciban premio a su alegría y bondad.
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