EVANGELIO
Su familia decía que no estaba en sus cabales
Del Evangelio de san Marcos 3, 20-21
En aquel tiempo volvió Jesús con sus discípulos a casa y se juntó tanta gente, que no los dejaban ni comer.
Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque decían que no estaba en sus cabales.
COMENTARIO
Parece “de locos” proclamar la paradoja de las bienaventuranzas, llamando felices a los pobres y perseguidos por el reino de Dios; Parece que Jesús no está en sus cabales porque manda poner la otra mejilla al que nos abofetea; propone el perdón de las injurias y el amor al enemigo en vez de la venganza.
Ha perdido la cabeza, el que entiende la autoridad como servicio y no como poder; el que se da sin medida y cura a todo el mundo sin pedir nada a cambio.
Que también tu amor sea tan grande que desborde todo lo razonable.
ORACIÓN
Creo en Jesucristo testigo del amor de Dios entre los hombres.
Pasó por la vida haciendo el bien y anunciando la buena noticia de que Dios nos quiere y que su reino ha llegado para los pobres.
Entregó su vida por amor sin que los hombres entendiesen tanto amor, tanta entrega. Creo en tu amor Señor Jesús que va más allá de lo razonable y Te pido que sepa amar con un amor como el tuyo. Amén
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