EVANGELIO
No es Dios de muertos, sino de vivos
Del Evangelio de san Lucas 20,27-40
Se acercaron a Jesús unos saduceos, que niegan la resurrección, y Jesús les dijo:
"En esta vida, hombres y mujeres se casan; pero los que sean juzgados dignos de la vida futura y de la resurrección de entre los muertos no se casarán, porque participan en la resurrección. Y que resucitan los muertos, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor "Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob". No es Dios de muertos, sino de vivos; porque para él todos están vivos."
COMENTARIO
Jesús afirma que la resurrección no es una simple continuación de la vida actual, sino una vida nueva y distinta; una vida de plenitud que difícilmente podemos comprender desde nuestras realidades y pensamientos cotidianos.
No se puede juzgar sobre la resurrección desde nuestros criterios, sino desde un Dios de vivos y no de muertos.
ORACIÓN
Te damos las gracias Dios y padre de nuestro Señor Jesucristo porque eres el Dios de la vida que te manifiestas vivo y presente en medio de nosotros, y que te manifestaste como Dios de vida nueva en la Resurrección de Cristo.
Concédenos vivir de tu vida, nunca permitas que me alcance la muerte definitiva, haz que participe de tu luz en la eternidad.
Gracias Dios nuestro porque eres Dios de vida y resurrección.
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