MIÉRCOLES DE LA VIGÉSIMO SEGUNDA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
EVANGELIO
También a los otros pueblos tengo que anunciarles el reino de Dios, para eso me han enviado
Del Evangelio de san Lucas 4,38-44
Los que tenían enfermos con el mal que fuera se los llevaban; y él, poniendo las manos sobre cada uno, los iba curando.
De muchos de ellos salían también demonios, que gritaban:
"Tú eres el Hijo de Dios."
Al hacerse de día, salió a un lugar solitario.
La gente lo andaba buscando; dieron con él e intentaban retenerlo para que no se les fuese.
Pero él les dijo: