SÁBADO DE LA DECIMOQUINTA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
MEMORIA: SANTA MARÍA MAGDALENA
EVANGELIO
Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?
Del Evangelio de san Juan 20,1.11-18
MEMORIA: SANTA MARÍA MAGDALENA
EVANGELIO
Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?
Del Evangelio de san Juan 20,1.11-18
El Sr. Cura Párroco D. Jorge Manrique Manrique y la Hermandad del Cautivo de Chipiona quieren hacer saber lo siguiente:
En la tarde del pasado martes se mantuvo una reunión entre el Sr. Cura Párroco D. Jorge Manrique, responsables de las realidades Pastorales de la Parroquia y miembros de la Junta de Gobierno de la Hermandad del Cautivo a fin de valorar y aclarar los desafortunados acontecimientos ocurridos durante la procesión de la Stma. Virgen del Carmen el pasado 16 de julio.
EVANGELIO
Soy manso y humilde de corazón
Del Evangelio según san Mateo 11,28-30
Exclamó Jesús: "Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera."
COMENTARIO
Jesús, llenaba de esperanza a los sencillos y humildes, pues a ellos se les revelan los secretos del Reino.
EVANGELIO
Has escondido estas cosas a los sabios y se las has revelado a la gente sencilla
Del Evangelio según san Mateo 11,25-27
En aquel tiempo, exclamó Jesús: "Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar."
COMENTARIO
EVANGELIO
No tengáis miedo a los que matan el cuerpo
Del Evangelio según san Mateo 10,24-33
Dijo Jesús a sus apóstoles: No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No, temed al que puede destruir con el fuego alma y cuerpo. ¿No se venden un par de gorriones por unos cuartos? Y, sin embargo, ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga vuestro Padre. Pues vosotros hasta los cabellos de la cabeza tenéis contados. Por eso, no tengáis miedo; no hay comparación entre vosotros y los gorriones.